jueves, 17 de julio de 2014

Érase una vez unos compañeros con etiquetas

Hay víctimas del mobbing o acoso laboral que viven estas situaciones con compañeros de toda clase de perfiles. Vamos a distinguirlos y a tratarlos como se merecen según su actitud con la víctima del mobbing o acoso laboral.

Hay tres tipos de compañeros cuando esta situación se instala en la empresa:

El Pelota mobbinguero:
El perfil del pelota lo conocemos todos, no hace falta explicar mucho más. En todas las empresas hay alguno y no pasa nada mientras no perjudique a sus compañeros. Totalmente respetable.

El que no es tan bueno es el pelota de mobbing o pelota mobbinguero, como yo los he bautizado, porque se dedica a pasarle información al jefe, entorpecer tu trabajo, inventar cosas, te mira con cara de asco mientras tú atiendes a clientes en tu puesto de trabajo, descuadra la contabilidad de la caja, desordena papeles o borra tu trabajo del día del ordenador, entre otras maravillas.

Si te encuentras en esta situación, no te enfrentes a esas personas, por el contrario, compadécete de ellos, porque tienen tanto pánico a que les hagan lo mismo que a ti, que son capaces de pactar con el mismo diablo si hace falta.

Se positivo y simplemente no les aportes más información sobre tu vida privada, con lo que conocen ya es suficiente. Si estás planeando una escapada con tu pareja o te han hecho un regalo por tu cumpleaños, a ellos no les incumbe, probablemente irán corriendo a contárselo a quien no deben y sospechosamente se cancelarán tus días de vacaciones. Con esta actitud ejercitamos el separar nuestra vida personal de la laboral y es más fácil sobrellevar la situación.

El suizo
También está la postura del compañero que se quiere mantener al margen y permanecer neutral para que no les salpique la violenta situación. Ésta es la postura más cómoda. Probablemente, son más conscientes que los anteriores de que pueden ser las siguientes víctimas de mobbing.

Si tenemos este tipo de compañero que lleva por lema en la vida "vive y deja vivir", respeta su postura y no le informes si el jefe te ha dicho o hecho algo nuevo, es suficiente con lo que ellos ven por sí solos. Pero te aconsejo lo mismo, no compartas tu vida privada con este tipo de compañeros porque no sabemos si algún día se posicionarán.

El "Compañero"
Así de simple, compañero es aquel que trabaja codo con codo contigo, formando equipo y ayudando a superarte a ti mismo en el día a día, dando consejos y trucos para perfeccionarte en lo tuyo. Estas personas tienen la palabra "nosotros" por bandera y ante cualquier situación de gritos y humillaciones, se juntan para hacer fuerza dándose apoyo físico, moral y psicológico. Reconocen una pataleta infantil del jefe y que le ha dado por ese compañero en concreto, lo saben y no le dejarán solo. Garantizándose su sitio en la lista negra y 100% que son las siguientes víctimas.

Si te encuentras con este perfil de compañero, ¡enhorabuena! Será una gozada trabajar con él, te enseñará el arte de reírte por no llorar y en algunos casos, hallarás un verdadero amigo más allá del terreno laboral.


Yo tuve la suerte de encontrarme con un surtidito variado de los tres tipos, también tuve una época en la que pertenecí a uno de ellos, cuando el perjudicado era otro. Por eso me fue más fácil cuando me tocó a mi ser su víctima, porque ya había hecho grandes avances en mi estudio personal de su especie.

Sólo decir que los más perjudicados son el primer grupo, pelotas mobbingueros, porque no fueron compañeros y tras mi salida de la empresa, pasaron a ser las víctimas. Ahora no saben cómo actuar cuando nos vemos. Si pudieran ver que soy capaz de entender su personalidad débil y respeto que necesiten humillar a otras personas para sentirse fuertes. Lo respeto, pero no lo comparto. Lo mismo, si me animo, hasta les confieso cualquier día que alguna vez les di información trampa para verificar si eran capaces de trasladarla al jefe. Así comprobé qué clase de compañeros eran y a qué grupo pertenecían. Pero eso lo contaré en otro momento.

Con respecto al grupo de los suizos, al menos, nos podemos saludar y mantener una conversación sobre el tiempo y demás banalidades que se nos ocurran.

Del grupo de los compañeros guardo grandes amistades y disfrutamos recordando lo mucho que nos costó mantener nuestra amistad en secreto, porque esa fue nuestra postura, sí. Para algo bueno que hay en la empresa, que no se entere nadie y nos lo fastidie. Hablo con conocimiento de causa. Cuando el jefe se enteraba que algunos compañeros se llevaban bien, los enviaban a distintas zonas para que estuvieran separados, ya sabéis, por todo aquello de "divide y vencerás".
Guardamos nuestro secreto hasta puntos insospechados, en el trabajo manteníamos las distancias y sólo hablábamos cuando había que hacer algún proyecto conjunto, nuestra amistad se forjó fuera del entorno laboral y no nos veíamos en lugares públicos. Como si fuera algo malo, vamos. 

Nos guardamos nuestra amistad para presentarla ante sus ojos en el momento adecuado, y cuando llegó, os aseguro que valió la pena. Hay que saber esperar el momento justo, tener paciencia: quien tiene paciencia, gana la batalla.

2 comentarios:

  1. Me parece muy interesante los tipos de compañeros que nos cuentas en esta entrada. Aprendiendo mucho con tu blog.

    Gracias!

    Un saludo.

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